El otro finde: ética, fútbol social y vidas cruzadas

Derbi aparte, el fin de semana hubo mucho movimiento en torno a nuestro club; de los 700 aficionados que el Sábado llenaron de ambiente las gradas, un puñado de ellos vinieron desde lejos cruzando sus vidas en La Cruz.
Meses atrás el escritor y periodista madrileño Jacobo Rivero nos anunció que pretendía venir a vivir el derbi y conocer el proyecto de nuestro club. Aprovechando su visita, el Viernes organizamos una presentación de su libro más reciente: “Del juego al estadio: reflexiones sobre ética y deporte”. Sentados junto a él, en el Colegio Jovellanos, el periodista Carlos Llamas (Deportes COPE Asturias) y el futbolista Pablo Acebal (U.P. Langreo), con Iñigo Arza como moderador representando al Ceares. El coloquio fue de lo más interesante; aprovechando los distintos capítulos del libro, fuimos avanzando y charlando sobre la ética y la moral en el fútbol actual. Jacobo Rivero y Pablo Acebal expusieron su experiencia en el deporte base, los valores positivos como el compañerismo o la responsabilidad que da el deporte, pero también aspectos negativos como la excesiva influencia de los iconos mediáticos, o el papel de algunos adultos. Contando con dos periodistas en la mesa, la labor de los medios de comunicación era un tema obligado: ambos coincidieron en que el fútbol estaba dejando de ser lo importante y se caminaba hacia el morbo y el sensacionalismo, tomando el modelo de la prensa rosa. ¿Nos venden lo que nosotros queremos ver o queremos eso porque no hay otra cosa en el mercado? Los temas fueron cayendo como si de una conversación entre amigos se tratase: Pablo Acebal nos explicó que si los futbolistas recurren tanto a tópicos y no se mojan, puede que no sea por incultura o incapacidad, sino también por presión social. Conocer el fútbol desde dentro, desde el vestuario, desde el micrófono o desde los banquillos del fútbol base, fue un auténtico lujo. En palabras de Jacobo Rivero, en la conferencia destripamos completamente su libro, así que no podemos más que recomendarlo para alimentar el debate sobre qué fútbol queremos.
Por supuesto, al día siguiente ahí le tuvimos en La Cruz, disfrutando como uno más y con una ilusión desbordante. Que nuestro club impresione así a una persona que ha viajado por medio mundo siguiendo el deporte es un halago increíble.
Pero esta no fue la única visita del fin de semana. Desde Sestao vino un grupo de futboleros, aficionados de su River local, con ganas de conocer el ambiente que se vive en La Cruz y los entresijos de nuestro club. Tras una completa previa por los bares del barrio y un no menos completo postpartido, su impresión fue tan positiva que hasta escribieron una crónica en la que nos describen como “uno de los pocos oasis que quedan en el desierto futbolero arrasado por la mercantilización”.
La representación vasca fue más amplia, y desde Bilbao también se acercaron miembros de una peña del Athletic, que además de ánimos en forma de pancarta (¡y en llingua asturiana!), nos trajeron el recuerdo de Iñigo Cabacas ya que uno de ellos era amigo del mismo. Llegaron a nuestro barrio con ganas de pasar un buen fin de semana conociendo al U.C. Ceares, ¡¿os podéis imaginar su cara de sorpresa al entrar a un bar del barrio y descubrir a otro grupo de paisanos?!
Por si fuera poco, otro grupo de futboleros llegó desde Salamanca, tierra que está viviendo el drama del fútbol negocio, pero también el redescubrimiento del fútbol de siempre: si el Salamanca histórico desaparecía por las deudas hace una temporada, el Unionistas está comenzando a tomar el relevo, pero esta vez con sus aficionados al mando, enfocado hacia el desarrollo social y comprometido a no repetir errores del pasado. Uno de ellos, al descanso, resumía en twitter su experiencia en La Cruz: “Conclusión después de la primera parte: el fútbol es la excusa, el Ceares sí que es más que un club”.
Un fin de semana de historias cruzadas, del fútbol, además de como deporte, como excusa social para relacionarnos y divertirnos. Aficionados al fútbol, que desde distintos puntos decidieron venir hasta nuestro barrio a pasar el fin de semana y conocernos, para intercambiar ideas sobre cómo debería ser el fútbol, y por supuesto, para disfrutar todos juntos. Porque en el fondo se trata de eso.