[Ceares 2-1 Siero] Miguelín se despide con honores

El Ceares se despide de su entrenador con una trabajada victoria sobre el Siero en una tarde de homenaje en La Cruz.

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“Miguelín: La Cruz siempres va a ser la to casa” rezaba la pancarta que portaban los jugadores locales. No era un partido cualquiera, era la despedida del entrenador. Su último partido dirigiendo, en este caso junto al banquillo.

La victoria era deseada, pero no obligada. El extra de motivación no podía convertirse en presión. Se intentaría ganar para dedicarle el partido a Miguelín. Se logró, los 3 puntos se quedan en la Cruz y en el recuerdo del entrenador local.

Como rival, llegaba el Siero. Un club de amplio historial en el fútbol asturiano, muy bien reforzado. Además de dos de los integrantes del Ceares que disputaran play-off, se les suma nombres como los de Osky o Saha. Con 7 puntos navegaba tranquilamente por la Tercera División.

Algunas novedades en el once cearista. Llorente se hacía cargo de defender la portería. Chery retomaba los mandos al carril zurdo, y Cris sustituía en el extremo al sancionado Raúl.

El partido comenzaba eléctrico. No se habían cumplido los dos minutos de juego cuando Ponte remataba en la frontal del área pequeña un córner, pero se le iba ligeramente alto. Parecía que el partido llevaba guion Miguelín, dominar hasta marcar, y después ceder el balón.

Pero todo cambió a los 12 minutos. Adolfo dispara una falta que salva la barrera por fuera y se cuela rasa y pegada al poste izquierdo de Llorente. Contratiempo inesperado, giro de guion, cambio de planes.

A partir de ahí, el Ceares se volvió más agresivo si cabe. Ocasión para Pablo Martínez, saca el córner en corto apoyándose en Cris, la pared la finaliza con un gran disparo que se va lamiendo el poste izquierdo de la portería local. Posible penalti, tonto e involuntario, por pisotón sobre Cris Alonso. También César dispara un misil que rebotaba en un defensa cuando llevaba dirección gol.

El gol del empate llegaba casi al descanso. Un defensa visitante intenta despejar con una frivolidad, de espuela, dentro del área pequeña, y el balón le queda suelto a César que fusila sin piedad a Kike.

La segunda parte tampoco empezaba como había acabado la primera. Mucho más fríos ambos equipos, mucho más centrocampismo. El poco peligro lo llevaba Saha, más por presencia que por fútbol.

El gol llegó cuando menos se esperaba. Gran balón de Dani Hevia desde banda derecha, Pablo Martínez la deja de cabeza, y Ponte con el interior llevaba el delirio a las gradas. Probablemente se hacía justicia a lo visto en el partido, pero no parecía que lo hiciera a lo visto en la segunda parte.

Esta vez el Ceares ni siquiera cedió al balón al Siero. Lo dominó, controló el partido, y no les permitió crear peligro. Sólo otra falta lanzada por Adolfo llevó el susto, pero se perdía cerca del palo. Hubo tiempo también para perdonarle la expulsión a un desquiciado Saha, por una escalofriante entrada sobre Fonso en los minutos de descuento cuando ya tenía tarjeta.

Con 4 de 4 en victorias como local. Llegaba el momento de decirle adiós y de darle las gracias a Miguelín. No se merecía menos.